"Madre no hay más que una", así se refleja en estas historias cargadas de generosidad, de dolor, de ternura...pero sobretodo, de AMOR, ése del que son capaces de entregar las madres. A ellas van dirigidas estas cinco historias...
1. Olor a mamá...
Bigotis es el más joven de los siete hermanos que ha parido mamá ratona y, a pesar de ello, se comporta con una audacia y un desparpajo que lo diferencia de los demás; todas las noches mamá ratona sale a busca alimento, pero una noche no vuelve y Bigotis, que no puede soportar la incertidumbre, va
en su busca.
Aquí empieza la odisea de un pequeño ratón por un mundo desconocido en el que va a encontrarse en todo tipo de situaciones y con una gran variedad de personajes: Esteban y Angustias, los malvados dueños de la casa en la que vive la familia de ratones, Maximiliano, un viejo agriado y envidioso, Rita Paniagua, una cantante frustrada, un gato casero que lo engaña y planea cazarlo para complacer a su dueña, la elefanta Anastasia que no puede superar su aversión a los ratones o Margarita, una bibliotecaria gracias a la cual el ratoncito protagonista descubre cómo, cuándo y dónde puede encontrar el olor de su mamá que durante tanto tiempo ha estado buscando. Todos ellos, en mayor o menor medida, irán conformando la personalidad del protagonista, que se ve obligado a madurar a golpe de circunstancias, por adversas que éstas sean.
Olor a mamá de
Ricardo Alcántara es una historia muy aprovechable porque es capaz de abordar de un modo suave –incluso tierno– temas tan importantes como la muerte, la marginación, la soledad, la incomprensión, la incapacidad para superar las propias fobias o el valor de la lectura como ventana de apertura al mundo, y además cuenta con unas ilustraciones de Montse Tobella que resultan idóneas para reflejar el espíritu de esta instructiva y bonita historia.